Coca-Cola to Introduce Cane Sugar Version of Beverage

El 22 de julio de 2025, el mayor fabricante mundial de refrescos, The Coca-Cola Company, anunció que en otoño de este año añadirá a su ya extensa gama de bebidas, Coca-Cola, en la que el jarabe de maíz se sustituirá por azúcar de caña. Azúcar. Y todo esto ocurrió no solo como parte del «programa de innovación» de la propia compañía, sino también por iniciativa del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

¿Cuál era el problema de Trump con el jarabe de maíz? ¿Se ha elaborado siempre Coca-Cola con jarabe de maíz? Para responder a esta pregunta, tendremos que adentrarnos un poco en la historia. Pero prometemos ser breves. Todo comenzó a mediados de 1886, cuando el químico aficionado John Stith Pemberton escribió la receta de un jarabe dulce y espeso, que supuestamente curaba los dolores de cabeza. La receta original realmente aliviaba los dolores de cabeza, ya que contenía nueces de cola y hojas de coca. Por cierto, la cocaína se aisló de estas hojas poco menos de 30 años antes.

La cocaína se eliminó de la receta de Coca-Cola recién en 1905. El extracto de hoja de coca fue reemplazado por uno sin droga; sin embargo, la composición exacta de la legendaria bebida siempre ha sido un misterio. Según el comunicado oficial de la compañía, la receta se encuentra en una bóveda especial del Museo Mundial de Coca-Cola en Atlanta.

Lo que sabemos con certeza es que, desde principios de la década de 1980, la bebida favorita de todos se elabora con jarabe de maíz de alta fructosa. La fructosa es uno de los ingredientes a los que el secretario de Salud y Servicios Humanos de Trump, Robert F. Kennedy, Jr., se opuso activamente. Lo cierto es que, a diferencia de la glucosa, que sirve como fuente universal de energía, la fructosa es absorbida casi por completo por las células hepáticas. Como pueden ver, no hay mucho que mejorar.

Y resulta bastante sorprendente que el mayor productor de bebidas del mundo haya decidido añadir la versión de azúcar de caña a su catálogo recién en 2025, ya que sus principales competidores llevan vendiendo con éxito sus bebidas sin fructosa desde 2009.