La Federación Austriaca de Fútbol, más conocida como ÖFB, estrena nueva imagen. El organismo rector del fútbol del país ha presentado un logotipo rediseñado justo al instalarse en su nueva sede en Viena, marcando un nuevo capítulo para una de las instituciones futbolísticas más antiguas de Europa.
El logotipo es simple pero elegante. Las letras «ÖFB» se mantienen, en negrita y en rojo, pero el diseño se ha modernizado. La «O» está ligeramente aplastada para que la diéresis quede perfectamente alineada con los brazos de las demás letras. La «F» y la «B» han eliminado sus barras verticales, lo que le da al logotipo una sensación más abierta y futurista. Debajo, en negro, se lee «1904», el año de fundación de la asociación, un discreto guiño a su larga historia.
Josef Pröll, presidente del consejo de administración de la ÖFB, afirmó que la actualización refleja más que un cambio visual. «Con nuestro nuevo logotipo, como ÖFB enviamos una clara señal de solidaridad, renovación y futuro», explicó. «Refleja nuestros valores —el equilibrio entre tradición e innovación— y demuestra que el fútbol en Austria se nutre de la comunidad, la pasión y la energía de todos los involucrados, desde los jóvenes hasta los 2000 clubes y nuestras selecciones nacionales».
El trabajo creativo estuvo a cargo de FLY’ (parte de Demner.Group) y DMB.Brand (Demner, Merlicek & Bergmann). Juntos, construyeron un nuevo sistema de identidad que va mucho más allá de un logotipo: un lenguaje visual integral diseñado para expresar la emoción y la unidad que caracterizan al fútbol austriaco. Para su lanzamiento, la ÖFB colaboró con PPM en un cortometraje que se estrenará durante los partidos internacionales de Austria en noviembre, con la banda sonora original del compositor Walter Werzowa.
La ÖFB reveló su nuevo logotipo al instalarse en su futura sede en Viena: una elegante sede nueva que lleva años gestándose. El momento parece deliberado. Con la mudanza en marcha, el nuevo diseño es casi un regalo de inauguración: una nueva base, un nuevo escudo y un recordatorio de que el fútbol austriaco no se detiene.
La reubicación aún está en curso. El personal ya ha comenzado a utilizar partes del nuevo campus, aunque el complejo completo no se inaugurará oficialmente hasta principios de 2026. Una vez finalizado, se espera que sirva como centro neurálgico para todo, desde el desarrollo juvenil hasta las selecciones nacionales, todo bajo un mismo techo. No se trata solo de una mudanza de oficinas; es una declaración de la ambición de la ÖFB de acercar todos los niveles del fútbol.
Una cosa que los aficionados ya se preguntan es si el nuevo diseño reemplazará el escudo de la selección nacional. Por ahora, la ÖFB no lo ha confirmado. Pero no sería una sorpresa si finalmente lo hiciera. Últimamente, grandes organizaciones como la FIFA y la UEFA han simplificado sus logotipos: menos líneas, colores más brillantes, nada de extravagancias. Funcionan en todas partes, desde pantallas de teléfonos hasta enormes pancartas en estadios.
A simple vista, el cambio de logotipo puede parecer pequeño, pero dice mucho. No es una reinvención total, sino más bien una actualización discreta, el tipo de actualización que tiene sentido para una federación que intenta mantenerse al día sin perder el contacto con sus orígenes. La ÖFB claramente quiere que su imagen esté a la altura del fútbol moderno, tanto dentro como fuera del campo.
Al final, solo son tres letras y un año estampado debajo, pero esa es precisamente la idea. La nueva imagen resulta familiar pero a la vez nueva, orgullosa sin ser estridente. Es una señal de que el fútbol austriaco sabe quién es y hacia dónde se dirige, y que la confianza podría ser el verdadero mensaje tras el rediseño.
