Toyota vuelve a encabezar la lista como la marca de automóviles más valiosa de 2025

En cuanto al poder de marca, Toyota sigue demostrando que la constancia y la confianza son fundamentales. El fabricante japonés ha vuelto a alzarse con el título de la marca de coches más valiosa del mundo para 2025, según el informe anual Best Global Brands de Interbrand, un referente que ha medido el rendimiento y la percepción de las marcas durante más de dos décadas.

La 26.ª edición del ranking de Interbrand reafirma la larga trayectoria de Toyota en el mercado global. Con un valor de marca estimado de 74.200 millones de dólares, Toyota no solo mantiene su dominio en el sector automovilístico, sino que también se asegura el sexto puesto entre todas las industrias. El valor de la marca aumentó un modesto pero significativo 2 % en comparación con el año pasado, una señal de resiliencia en una industria que navega por la incertidumbre económica y la transición hacia la electrificación.

Si bien el liderazgo de Toyota en la categoría automotriz se mantiene sólido, el ranking global en general sigue estando dominado por los gigantes tecnológicos. Apple sigue dominando el panorama mundial con un asombroso valor de marca de 470.900 millones de dólares, a pesar de una caída del 4 %. Le siguen Microsoft, con 388.500 millones de dólares (un 10 % más), y Amazon, que registró un aumento del 7 %, alcanzando los 319.900 millones de dólares.

Más allá de Toyota, el panorama automovilístico se presenta mucho más turbulento. Mercedes-Benz se mantuvo como la segunda marca de automóviles más valiosa del mundo, pero el año no fue favorable para Stuttgart. El valor de marca de la compañía cayó un 15 %, situándose en 50.100 millones de dólares, suficiente para mantenerla entre las diez primeras del mundo, pero indicando un período de ajuste para el icono del lujo. BMW se sitúa justo detrás de Mercedes-Benz. Su valor se sitúa cerca de los 47.000 millones de dólares, ligeramente por debajo del año pasado. Su valor estimado ha descendido a poco menos de 47.000 millones de dólares. Los compradores buscan algo más que artesanía. Esperan tecnología, responsabilidad medioambiental y experiencias que trasciendan el coche. BMW se debate entre honrar décadas de tradición y adaptarse a este panorama en constante cambio.

La historia de Tesla parece un giro inesperado. Más de un tercio de su valor se desvaneció en un año. Cuarto entre los fabricantes de automóviles, vigésimo quinto en la clasificación general. Hace unos años, parecía intocable. La cara visible de la movilidad eléctrica. Ahora, la competencia está por todas partes. Fabricantes de automóviles tradicionales, startups ambiciosas, nuevas ideas a cada paso. Su influencia persiste, pero ¿la certeza? Se ha desvanecido.

Hyundai, en cambio, avanza con discreción. Su reputación ha crecido de forma constante. Diseños bien pensados. Rendimiento fiable. Oferta eléctrica en expansión. Sin titulares ni fanfarrias, solo un progreso constante y meticuloso. Casi se puede ver cómo se desarrolla la estrategia, una pequeña victoria a la vez.

Ferrari, por otro lado, le recuerda al mundo por qué la pasión sigue vendiendo. Su marca se disparó casi un veinte por ciento. Rareza. Emoción. Artesanía. Sus coches no se basan en números ni tendencias. Se basan en sentimientos.

Los niveles inferiores cuentan una historia fragmentada. Nissan vio caer su valor aproximadamente un tercio, ubicándose ahora en el octogésimo segundo puesto. Kia ascendió lentamente, alcanzando el puesto ochenta y nueve, mostrando mejoras lentas pero constantes. Y entonces, BYD llegó por primera vez al nonagésimo. Un fabricante de automóviles chino que ahora se consolida en el escenario global, redefiniendo las expectativas y desafiando las suposiciones. La industria está evolucionando rápidamente; las viejas jerarquías ya no son una garantía.

Las marcas tecnológicas también se están posicionando en el mundo automotriz. Xiaomi, famosa por sus smartphones, se ubica en el puesto 81 tras causar sensación con su sedán eléctrico, el SU7. Huawei, por su parte, ocupa el puesto 96, y continúa forjando alianzas con fabricantes de automóviles, a la vez que se mantiene arraigado en su imperio de la tecnología de consumo. Ambas compañías ilustran cómo las fronteras entre los automóviles y la tecnología se están desvaneciendo rápidamente, un cambio que está redefiniendo el verdadero significado de una «marca de automóviles».

En conjunto, el informe 2025 de Interbrand presenta un panorama de una industria en transición. Las marcas tradicionales aún tienen un peso inmenso, pero la adaptabilidad se está convirtiendo en la verdadera medida de su fortaleza.